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La autonomía se puede definir como la capacidad que se posee para realizar actividades sin ayuda de los demás. En los niños y niñas es muy importante fomentar y potenciar el desarrollo y adquisición de la misma, por las siguientes razones:

1. Aumenta la autoestima.259220_net_la

2. Desarrolla la responsabilidad.

3. Fomentamos el desarrollo del aprendizaje.

4.  Están más predispuestos/as para afrontar nuevos aprendizajes.

nino-se-pone-calcetin-pMuchas veces debido a las prisas, tendemos a hacerles las cosas a los niños y niñas pensando que más tarde podrán aprender. Y otras veces, debido a la respuesta de los niños o niñas como “yo no puedo” o “yo no sé”, tendemos a hacerles las cosas.

Esta actitud nuestra no favorece el desarrollo de los mismos.

Dado  que en estas edades tienen una actitud favorable para hacer las cosas por sí solos/as y para cooperar en las tareas de la casa, debemos aprovechar esta tendencia para desarrollar la autonomía (periodo sensible según María Montessori).

Por lo general, los propósitos de las actividades de vida práctica han sido mal comprendidos. Muchos creen que son útiles para que el niño aprenda a ayudar en su hogar, o para que él mismo pueda ocuparse de su ambiente, Sin embargo, los actividades de la vida diaria van mucho más allá, al permitirle al niño adquirir control sobre sus propios movimientos, ayudándole a formar su propio criterio respecto a las actitudes adecuadas ante las situaciones sociales.

Las actividades de vida diaria son usualmente los primeros ejOLYMPUS DIGITAL CAMERAercicios a los que el niño se siente atraído, principalmente por su deseo de introducirse en el mundo de los adultos, el cual ha estado fuera de su alcance. Actividades como rallar pan, cortar frutas o verduras, lavar sus manos, pasar agua de un recipiente a otro, lavar mesas, etc., son actividades que por su misma naturaleza les llama la atención.

Para un adulto, es difícil pensar en estas actividades como algo placentero, hasta que realmente nos tomamos el tiempo para disfrutar el orden de los materiales, de las sensaciones, para oler la fruta al cortarla, ver nuestro reflejo en la cuchara, hacer diseños con la espuma del jabón sobre la mesa, o sentir como la crema de manos se desliza sobre nuestra piel hasta que es absorbida.

Ahora podemos pensar en el nivel de energía del niño y en su interés innato para aprender, para utilizar sus manos. Por ejemplo:  doblar servilletas no es sólo un ejercicio más. Le está enseñando cómo doblar las telas por las esquinas, cómo realizar dobleces de manera que la tela quede doblada de forma pareja, cómo dominar sus movimientos, para que no sean torpes, sino que sean  toques delicados.

ENTONCES, ¿PARA QUÉ SIRVEN LAS ACTIVIDADES DE VIDA DIARIA?

7171479304_48c9d294eaLos actividades de vida práctica son actividades formativas. Generan  inspiración, repetición y concentración en detalles precisos. Toman en cuenta los impulsos naturales de los periodos especiales de la infancia. Y aún cuando momentáneamente los ejercicios no tengan propósitos meramente prácticos, son un trabajo de adaptación al medio ambiente.

Aunque los ejercicios estén orientados hacia el desarrollo de una capacidad, su propósito no es que el niño domine dicha tarea por sí misma sino ayudar a la construcción interna de la organización, la independencia y el respeto propio a través de la concentración de atención en un ciclo de actividad  preciso y completo.

Estos ejercicios abarcan dos niveles de desarrollo: El nivel personal por  medio de la práctica de movimientos aislados y ordenados, aprovechando el deseo interno del niño de controlar su propio movimiento para obtener su independencia, y el nivel social en el que el niño actúa conscientemente para ayudar a mantener el ambiente trabajando con otros y ayudándolos .

Son acdsc_1475-1tividades por  medio de los cuales el niño aprende a cuidarse a sí mismo, al ambiente y dominar las destrezas necesarias para relacionarse con el ambiente físico. Permiten al niño imitar al adulto, le permiten desarrollar la coordinación, concentración, observación de detalles, aprendizaje de hábitos de trabajo y la preparación para utilizar materiales más complejos.

En el ser humano, la mente y la personalidad se desarrollan al aprender a controlar y respetar los medios físicos, para que las ideas, sentimientos y movimientos puedan transformarse en trabajo constructivo .

El desarrollo de las acciones motoras, mentales y sociales es un proceso que involucra la habilidad de concentrarse y tomar decisiones, de analizar los movimientos componentes, esenciales y secuenciales y seleccionar, organizar y usar los materiales apropiados de forma correcta.

Este proceso va a preparar al niño para las experiencias de la vida, y a desarrollar destrezas que le aumenten su independencia y confianza en si mismo.

En realidad el niño está trabajando para perfeccionarse a si mismo. La perfección de sus actos también se va logrando por el equilibrio que desarrolla y el análisis de los movimientos que realiza. Esto alerta al niño sobre las muchas acciones que hace durante el día.

También al repetir los actos va perfeccionando sus destrezas, por lo que los ejercicios están conectados a actividades comunes de la vida diaria, para que puedan repetirlas constantemente.

Este área está diseñada para invitar al niño a actuar y trabajar en ejercicios de la vida real, los cuales apoyan su orden, coordinación, concentración y un sentido de independencia personal.

A continuación os proponemos unas PAUTAS SENCILLAS PARA FAVORECER LA AUTONOMIA EN CASA:

Untitled-11. Es importante adaptar la casa a su estatura, las cosas tienen que ser accesibles para ellos. Por ejemplo: deben disponer de estanterías o cajones de su altura donde colocar los juguetes, de un perchero para colgar el abrigo y la mochila del cole, el cepillo de dientes y la pasta para su aseo (esto es fácilmente adaptable con un taburete o dejándolos sobre el bidé), un lugar fijo para dejar el pijama o la ropa para el día siguiente, los zapatos, el cesto de la ropa sucia…

2. Hay que permitirles, en la medida de lo posible, que os ayuden en las actividades cotidianas. Por un lado, les encanta ayudar, y por otro, adquieren destrezas manipulativas y coordinación, además de la mentada autonomía.

Por ejemplo: déjales poner y quitar la mesa, si no llegan a la vajilla, colócala en la encimera para que la cojan desde ahí. Otras actividades son vaciar el lavavajillas, clasificar los cubiertos, los tuppers, las cacerolas… Los objetos cristal suelen dar bastante respeto, pero si desde el primer momento se les enseña a cogerlos y llevarlos con cuidado porque son delicados, no los romperán. Es importante que desde pequeños se acostumbren al peso y la textura real de los objetos cotidianos. 

3. Pueden ayudar a cocinar con ciertas medidas de seguridad.

Por ejemplo: quitar guisantes de las vainas, batir huevos, empanar, hacer las croquetas, sus sándwiches, pan, galletas… Da a tu hijo la posibilidad de prepararse pequeñas cosas en la cocina: echarse el cacao en la leche, coger las galletas de un bote, untarse la mantequilla en la tostada o echarse el agua en un vaso si tiene sed. Prepara una bandeja con lo necesario para que pueda hacer las cosas de forma autónoma o dispón de utensilios específicos que les permitan hacer cosas como cortarse la fruta sin peligro.

Cuando dudéis si será capaz o no de hacer algo, dejad que lo intente, dadle su tiempo: esto es lo que nos resulta más difícil. Siempre estaréis allí para echarle una mano si se le complica mucho, a veces con alguna indicación son capaces de hacer muchas cosas, más de las que nos imaginamos.

 

VeoBio/lo natural es jugar

Fuente: Aprender jugando en familia. Oxford Educación.