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El comportamiento repetitivo de meterse todo a la boca de los niños entre 0 y 2 años, aproximadamente, no es solo natural y necesario, sino que es un deber de los adultos no restringirlo, prohibirlo o castigarlo, aunque hay que tomar precauciones para evitar que los pequeños se hagan daño.

Para Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, la etapa oral comienza con el nacimiento y se extiende hasta los 18 meses o un poco más. El autor describía esta fase como el momento en que toda la energía física, emocional y sexual, relacionada con los impulsos instintivos del ser humano se enfoca en la boca.

baby-nursingTodo comienza con la succión, pues para el recién nacido lactante es su primera vía de supervivencia y el medio para acercarse a su madre. La capacidad de mamar es innata en todos los mamíferos.

Desde que estamos en el útero materno, nuestra boca esta en constante movimiento, aprendemos, a succionar y deglutir el líquido amniótico. Este proceso se inicia a las 16 semanas de gestación, con la aparición del reflejo de deglución, y se completa más tarde, hacia las 20 semanas, con la aparición del reflejo de succión. Los bebés aprenden mientras crecen y maduran dentro del útero, pues se trata de un reflejo vital para su supervivencia.

Desde el psicoanálisis, es mediante la acción de succionar que el bebé experimenta, por primera vez, placer y sensación de gratificación. Y es precisamente a partir de esa edad que el niño empieza a entender que la mejor forma de conectarse con su mundo exterior y sentirse seguro es a través de la boca. Por eso, en los primeros meses es habitual verlo chupar una manta o un muñeco o, incluso, succionar sin un estímulo cuando está a punto de quedarse dormido.

En esta primera parte de la vida no está tan desarrollado el aspecto visual y auditivo. Un bebé no se contenta solo con mirar o escuchar un objeto, sino que buscará metérselo a la boca para poder conocerlo. Probablemente más adelante también querrá tocarlo y mirarlo.
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Después de la succión, el bebe empieza a explorar otras funciones relacionadas con la boca como morder, masticar, desgarrar (en la alimentación complementaria) y hasta lamer. Todo lo anterior, además de permitirle explorar, favorece el proceso de la dentición, masticación y es el precursor principal del lenguaje.

De hecho, que el niño se lleve objetos a la boca es un comportamiento indispensable para que, más adelante, tenga un desarrollo lingüístico adecuado.

Coartar o limitar el uso de esta conducta exploratoria podría retrasar o desacelerar procesos en el desarrollo del lenguaje como el balbuceo, el gorjeo o la construcción de holofrases (cuando se emplea una sola palabra para comunicar una idea completa).

Cuando ya es capaz de coordinar acciones con las manos, se llevará a la boca cualquier objeto que tenga a su alcance. Esto pasa porque está más desarrollada que cualquier otra parte del cuerpo, principalmente por la necesidad de ingerir alimentos; por eso, se lleva cualquier objeto a la boca de forma instintiva. Esta etapa dura varios meses, y durante su transcurso hay que estar muy atentos a lo que tienen a su alrededor.

efe31e7d2453577f1791d4fab33840deuniqueidcmcimage1Por otro lado,  cuando el bebe toma los objetos y los lleva a su boca empieza a entender que no todos tienen la misma textura, sabor o temperatura.

A través de este gesto es capaz de adquirir propiedades como el tamaño, la forma, la consistencia, el volumen. Va descubriendo nuevas sensaciones como caliente, frío, blando, húmedo, etc.

Cuando ya ha explorado de forma gradual, estas experiencias se acumulan y los bebés aprenden más cosas de los objetos como su funcionamiento y su utilidad. Esto forma parte de un proceso de aprendizaje complejo que pasa por una serie de etapas.

Si se le inhibe de forma repetitiva, por miedo o inseguridad del adulto, puede ocurrir que el bebé no alcance las metas propias de la edad que esté cursando.

MIB_objetos_boca_bebe_2681_467x250-2Cuando nuestros hijos/as comienzan a llevarse los objetos a la boca es necesario que su entorno este preparado para la libre exploración. Por lo que no dejaremos a su alcance objetos pequeños con los que se pueda atragantar, quitaremos los objetos punzantes, tóxicos o que representen una amenaza.

En el caso que se lleve algo inapropiado a la boca, le daremos otro para reemplazarlo, explicándole previamente porque no se puede meter ese objeto. Evitaremos decirle que «no» a todo lo que coja, y no le gritaremos por hacerlo.

Para ellos es una necesidad, es su forma de explorar, somos los adultos quienes tenemos que estar en constante observación y adaptar el espacio a sus necesidades.

Art08230546E102550A544C89D574FAEF692D37BDurante esta etapa es importante ofrecerles objetos naturales, con diferentes texturas y formas. La madera no es lisa y fría, sino que es rugosa, tiene nudos y es cálida, al tocarla y chuparla los bebes reciben mucha información del objeto. Por eso son ideales para la estimulacion sensorial.Los juguetes y material educativo que ofrecemos en VeoBio están elaborados con tintes vegetales por lo que los bebes podrán explorarlos con seguridad.

Dejar que nuestros hijos se lleven objetos a la boca les permite aprender las características del mundo que le rodea. Si le prohibimos este gesto por sistema, estamos impidiendo que utilicen su más primitiva e instintiva forma de conocer su entorno. Deberíamos hacerlo sólo en caso de peligro para su integridad física.

El niño seguirá utilizando la boca en la exploración de objetos, sin embargo poco a poco deja de ser la principal forma.

 

Ana Remacha, Veobio/lo natural es jugar.

Fuente: Melissa Serrato, Maria Algueró.